TSV: Un regalo interesante - público R+18

La rubia llegó al lugar donde se encontraba Levan, la verdad no tenía mucha idea sobre lo que significaban los afrodisiacos, simplemente se acercó porque le gustaban la apariencia de las botellas -Ay que lindos están, me gusta el purpura, ¿Me lo puedo llevar?.- Le preguntó sonriente al joven peliazul quien le explicaba la función y luego de eso se sonrojó.

-Oooh, Hehehe... Bueno lo probaré.- Dijo apenada, pues ella se había dejado llevar por los colores tan llamativos. Le agradeció por el frasco tras darle el pago convenido pues sentía que ya no lo podía devolver, así que enseguida se retiró para ir junto a su novio y enseñarle la curiosa adquisición, seguramente el castaño se reiría juguetonamente por aquel regalo tan original que luego habría que probar.

Se le hizo un poco tarde después de comprar las pulseras, tenía todo planeado en su cabeza exepto que olvido pensar en que harían en la noche, es decir, obviamente estar juntos pero... Quería hacerlo algo más especial.
No sabía si a Cadmus le gustaría la idea, pero por su parte quería explorar que otras cosas sensuales podrían hacer juntos. 

Calista era muy primerizo y no siempre podía pasar las noches con Cadmus. Así que cuando escucho sobre estos elixir de amor, no se aguantó y se apresuró a ir a comprar uno. 

Eligió el de rosas azules, pues los aceites serían muy problematicos para las manos de Cadmus... No sabía si le causaría repelus o algo así. Pago al extraño tipo de la capucha y se fue muy contento.
Solo esperaba que el resultado fuera el esperado. 

Dado: 3 :c 

Nasra gustaba de probar todo aquello que lo condujera a la pasión, no por nada era ninfómano y por su puesto, su adorado esposo tenía que soporta… disfrutar. Así que cuando escuchó que otro de sus compañeros estudiantes vendía ciertas pociones que podían causar efectos placenteros, no dudó en ir a comprar.

Fue discreto, porque no quería avergonzar a su marido, y aunque habría querido comprar de todo, terminó por escoger los Besos de moras. Pero lo que presagiaba una noche candente de San Valentín, terminó por ser un descanso para Seina, uno muy merecido, pues Nasra terminó por relajarse tanto por los efectos de aquella pócima, que a los pocos minutos, entre besos y caricias, terminó por quedarse dormido.

¡Pero no todo era malo! Porque estar en brazos de su zorro era gloria, y al día siguiente, con los brillos sobre su piel, usó ropa más reveladora para cautivar a su marido, aunque eso también lo llevó a dirección por faltas a la moral, de todas formas, él seguía siendo un estudiante.

Después de haber recorrido varios puestos la castaña prácticamente se vio arrastrada a otro pequeño local, la verdad no noto muy bien de que se trataba pero quedó hipnotizada por los frascos, le encantaban las formas tan únicas de algunos frascos automáticamente pensó que eran perfumes ya que veía como gente lo empezaba a olerlo, para ser sincera le parecieron muy bonitos en especial uno amarillo llamado “oro líquido” le pareció muy original el nombre para un perfume así que sin más le pidió al vendedor ese mismo y al igual que a los otros le extendió un chocolate agradeciendo y deseándole un buen día, una vez que llegara a su cuarto lo guardaría para usarlo en ocasiones especiales o quien sabe tal vez para un regalo.