Un encuentro inesperado +18 Dream ft Pendragon

Había salido fúrico de la clase del maestro Seina, había logrado transformarse bien pero no había logrado mantener esa transformación. Iba maldiciendo en italiano mientras caminaba con las manos en los bolsillos por el pasillo. Necesitaba un cigarrillo o golpear a alguien o ambas. Pasaba por algunas puertas dando algunas patadas mientras seguía con su monólogo incomprensible. 

No se dio cuenta en qué momento una puerta apareció frente a él "Sala de las estrellas". Miró la puerta un momento, con desdén y confusión, después a su alrededor y luego a la puerta otra vez. -- Bueno ya más mierda no se puede poner el día-- abrió y entró. 

Se maravilló del paisaje por dentro, parecía un espacio completamente nuevo y distinto
 Incluso sintió un tanto de confort. Caminó, muchos pasos, hasta que entre su admiración por el lugar, pudo ver una silueta delgada al horizonte. Frunció las cejas, intentando ver mejor. Mientras más se acercaba más lo reconocía. Este era Dream. Se detuvo y le miró un momento, era insólitamente hetéreo en este lugar.

-- ¿Tú qué haces aquí?-- preguntó, con las manos en los bolsillos. 

-- Vi una estúpida puerta y mi día no se puede poner más asqueroso, así que decidí entrar-- dijo, poniendo atención a los movimientos del otro. En realidad se veía indefenso, cansado y algo triste -- Oye cálmate, no siempre tengo la cabeza para estar pisoteando a otros... yo también estoy cansado-- de algún modo, verlo en esa posición le hizo sentir un tanto mal. Él también pasó por días donde estaba demacrado y harto
 Además, nadie podía verlos aquí. 

Caminó unos pasos, parándose a lado de Dream -- Este lugar es relajante, hace mucho tiempo que no veía las estrellas-- le dijo mirando arriba -- En la mansión solo hay pinturas en las cúpulas del techo y normalmente estoy muy ocupado como para sentir silencio-- añadió.

Parecía que no estaba tan agresivo como normalmente era -- Al menos Cadmus falló peor que yo, incluso había una chica linda llorando en el suelo... me sentí mal por ella, tenía miedo, de verdad mucho miedo-- podía recordar cómo estuvo temblando toda una noche escondido bajo unas vigas de madera. Sacudió la cabeza para no pensar en ello -- En fin... todo aquí es extraño--  se sentó en el piso.

-- Ja... tiempo es lo que menos tengo-- dijo, recargando las manos en el suelo -- Si, yo he vivido en una mansión toda mi vida jaja, me gustan los lujos-- dijo con una sonrisa altanera. Aunque esa mansión representaba todo lo que estaba mal con él. Además es lo único que su padre le había dejado y ahora se utilizaba para hacer los trabajos sucios. No debía hablar más sobre ese lugar. 

Le miró sentarse, luego viendo las estrellas otra vez, escuchando a Dream -Si, me transformé en "El David" pero no duré demasiado tiempo, debí quedar como un tonto ante el profesor Seina -- dio un suspiro de hartazgo -- Si, esa chica se veía muy afectada, estaba llorando muy fuerte, me dolieron los oídos-- comentó con un gesto de desagrado
 
-- Hey, no seas insoportable-- le quitó la mano, empujándolo un poco -- Nada, al menos nada que te incumba-- dijo para luego reír -- ¿Porqué te interesa? Pensé que querías patearme la cara y no sé qué mas mierdas... la verdad, eres valiente por provocarme, podría arrancarte la cabeza con los dientes y aún así estás aquí hablando conmigo... eres raro-- dijo satisfecho. 

-- Sigo aquí, además ya me senté-- comentó la serpiente. Escuchó la historia del otro, luego haciendo un gesto de desagrado -- Oye cállate, al menos me puse más creativo que el resto de esos idiotas-- comentó molesto. Se enderezó para cruzarse de brazos -- Quiero que el profesor vea lo que tiene enfrente-- dijo frunciendo el ceño -- Aunque sea casado, no miento cuando he puesto mis ojos en algo-- hablaba de él como si fuera un objeto, un trofeo. 

-- Ya veo, fallaste miserablemente, al menos no me siento tan mal ahora-- bromeó. Luego le miró -- ¿Para qué?-- alzó la ceja. Dio un suspiro de hartazgo -- Nadie me pregunta eso, qué les importa-- dijo a la defensiva. Y es que crecer entre un montón de mafiosos lo había hecho así. Alzó ambas cejas -- Para ser honesto, si te lastimara me gustaría hacerlo de otras formas... -- de formas donde Dream lo disfrutara. 

Se levantó, comenzando a seguir a Dream -- ¿Eso se puede? Las estrellas son demasiado grandes como para caer así nadamas-- comentaba, caminado detrás de él. La figura de Dream era delicada, con un cabello que se mecía graciosamente a cada paso. Su aroma era diferente al resto y parecía curioso y quizá hasta un poco ingenuo. Tal vez no había tenido tiempo de notar esos detalles en él. Iba en silencio, poniendo toda su atención en el menor. 

No, dejarlo en paz no era una opción. El profesor lo encendía como fuego de media noche, además su belleza era incomparable, como un muñeco de aparador -- Tal vez, aunque ya estoy acostumbrado a estar en líos...-- comentó. 

Era verdad, parecía que todos habían fallado en eso de cambiar formas. Tal vez no había quedado como el tonto que pensó. Luego alzó las cejas, pues si, tenía algunos amantes pero eran solamente aventuras de una noche. Algo que disfrutó en un momento antes de volver al vacío. 

-- Estrella chiquita...-- repitió incrédulo. Conectó con sus ojos por un momento, pareciera que la atmósfera lo hacía ver de lo más lindo -- Entiendo-- caminó con él. Le seguiría el juego un rato, era relajante estar con él así -- ¿Qué cosa pediste?-- eso de desear a las estrellas era de lo más infantil que había escuchado
 Los deseos no se cumplian, al menos no así. 

Cerró los ojos cuando el polvo le cayó en la cara, arrugando la nariz y apretando los dientes -- Qué mierda...?-- le miró reír, luego viendo las manos enpolvadas de Dream. Le tomó las manos, llenándose las propias de polvo brillante y luego tomándolo por las mejillas para embarrarle la cara del polvo -- Hey, te sienta bien-- dijo con una risilla. 

Sonrió al escuchar su risa, era algo nuevo, nunca lo había visto brillar tanto, literalmente. Logró sacarle una risa natural, era melodiosa y para nada aterradora, fue como si viniera directamente de su corazón. Alzó las cejas, cuando el otro le miró, incluso sus labios se partieron suavemente. No podía pensar en otra cosa que no fuera tenerlo cerca. 

Lo sintió temblar y encogerse mientras le besaba. Le encantaba lo torpe que se sentía al hacerlo, era como probar miel por primera vez. Le besó un momento más hasta que Dream habló, pegando su cabeza en su pecho -- No tienes que saber hacerlo-- comentó, con el cuerpo acalorado.

Acarició un poco su cabello -- Eso no quiere decir que no me atraigas-- comentó, tomando su barbilla con cuidado para levantarle el rostro y verlo -- Pienso en tus labios todos los días-- comentó suavecito, pasando su pulgar sobre ellos -- Pensando en cuándo robarte algún otro beso, pero aquí ahora, es mejor que en los pasillos-- se agachó para besar la comisura de sus labios, luego su quijada -- Tienes un sabor que me encanta, Dream Six--